Relato personal


El Poder de la música.


Joel, un bebé de tan solo 14 meses de edad, se encuentra de visita en casa de su tía; quien le anima colocando música alegre. Al ritmo de la música Joel empieza a mover su cabesita de arriba hacia abajo, haciendo semejanza a bailar, al tiempo su tía inicia otro sonido con las palmas sobre el escritorio imitando a un tambor y este le sigue, dibujandose una gran sonrisa en su rostro, en donde se empiezan a vislumbrar sus dos brillantes dientesitos blancos.

La música puede llegar a lugares que con las palabras no se puede llegar, creando una gran influencia en la conducta de cada individuo. Pues por medio de ella, se pueden crear fuertes lazos entre dos personas, que tienen en común el gusto por la música.

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